viernes, 29 de febrero de 2008

Febrero a la noche

Olor a lluvia, un Febrero que muere.

Siempre sentí a Febrero como un largo domingo a la tarde. Esa agonía de que todo vuelve a comenzar, esa esperanza de que podemos no cometer los errores del año pasado, esa posibilidad de creer que realmente el paso del tiempo va cerrando heridas y madurando bochos.

El otro día, me crucé con una ex-noviecita que dejó en mí marcas que aún puede verse a trasluz. Ella pronunció ciertas palabritas cerca de mi oído después de una conversación que no merece recordarse...

Xaj: - "Antes te gustaba hablar de estas cosas, de cuestiones que exceden la trivialidad"

Ex-noviecita: "No... no es eso... no me gustas más vos Xaj... vos y tu filosofía de mierda. Me hace mal pensar así, prefiero no cuestionarme tanto las cosas y vivir más". Después me habló de lo feliz que es con su trabajo, que piensa irse a vivir con su nuevo hombre, que está enamorada, que está satisfecha con la vida burguesa que tanto criticábamos.

Cuando el sol bajaba a planta baja, ella se levantó, arregló su pollera. El banco de la plaza le había llenado de polvo la remera, acerqué mi mano casi instintivamente. Cuando el polvo había desaparecido de su ropa me miró y me dijo:

- "Te voy a extrañar, de nuevo".

Me quedé con el polvo en la mano. No pude decirle nada más. Es Febrero a la noche y mañana es Marzo. Hay que ir a laburar.

martes, 26 de febrero de 2008

Tu Taper tiene aroma a sexo adolescente

Sí, viviste en un taper.

El gran diario argento no deja de sorprenderme. Sus periodistas, hábiles seres especializados en enhebrar palabras con fondo amarillento y olor a moralina, cada tanto entregan algo que sacude la olla mediática en la que vivimos.

Para las personitas que no se hayan topado con el mencionado pasquín el domingo, les cuento: en el segmento de "Sociedad" se publicó una nota titulada "Sexo oral en la secundaria por dos pesos o por entrar al boliche" (abajo tienen el link para hojearla). En esta feliz notita cuentan cómo teens a cambio de unos billetes de escaso valor, la tarea del día siguiente o algún porreti, regalan favores a conocidos y desconocidos con magra billetera.

En fin, sin entrar en juicios de valor, ni morales, la verdad es que me sentí como si hubieran abierto el taper donde dormitaba. No voy a decir que lo relatado por el diario no pasaba cuando yo era un teen; he visto de todo a en la noche adolescente, una amiga perdió la virginidad en un reservado de un boliche de Flores e incluso a una piba del colegio le propiciaron una buena patada en el tujes dejándola sin escuela a mitad de año por haber "fellatiado" en el baño (al pibe no lo echaron, hagan sus conjeturas). Pero esto de casi... prostituirse por un par de monedas para comprarte un sex on the beach o un gancia, me zarandeó un poco el bocho.

No trato de entender el porqué una pibita se vende, creo que todos lo hacemos de una forma u otra. Tampoco me molesta la cuestión sexual, estamos atravesados por el sexo en toda nuestra vida, además no me sorprendería si la edad del debut baja mañana a los 10 años. En realidad me cuesta entender porqué ,de una forma u otra, todos nos vendemos por tan poco...

Pero, que se yo, quizás me preocupo demasiado mientras los chicos en el baño del colegio la están pasando mejor.



Nota completa del diario argento (http://www.clarin.com/diario/2008/02/24/sociedad/s-04401.htm)

jueves, 21 de febrero de 2008

Saboteando barcos

Levanten anclas, suelten las velas, yiren el rumbo, otro horizonte...

Somos jóvenes, digamos.
Arañando los últimos retazos de la adolescencia que nos queda (ya que hoy dicen que dura hasta pasaditos los 25 años) arrancamos un pedacito de ese manojo de sueños que fuimos y lo tragamos de sopetón. Lágrimas corren por la tráquea. La inocencia hoy nos provoca ternura y, a la vez, un vago desazón.

Cuan fácil es levantar el ancla, girar el timón e irte adonde te plazca. Dejar tu laburo, abandonar tu vida convertida en una rutina de roca.
Pero algo falla. Ayer no pude levantarla, la carga es cada vez más pesada, las responsabilidades van aminorando la levedad que supo tener
.

A veces me veo saboteando esta vida-barco burguesa de pequeñas e inocentes maneras, quizás les pase: escribo en mi blog cuando debería estar cumpliendo con la productividad empresarial, veo todo con un dejo de cinismo que a muchos molesta, me embarco en proyectos imposibles que sé que nunca concretaré, soy maestro en eso de enamorarse de princesas que sólo un par de minutos en toda mi vida pude ver.

Quiero cambiar de aguas y cielos. Trato de sabotear este barquito de tantas maneras, ya que me robaron el timón. La rutina corsario se amotinó junto con mis sueños: los engañó con supuestas certezas de que nunca se cumplirían, que debían aceptar lo que tenía que ser. La inercia me toma de rehén en mi propia embarcación. Me alimenta con promesas de que me mañana será mejor. Pero no le creo a ese pirata, ya entendí que lo mejor es nadar.

lunes, 18 de febrero de 2008

Un viaje a las costumbres del ayer

Como un jugador que no sentía en sus tobillos hace tiempo el césped, como un escalador que no tocaba una piedra hace años, como un escritor que pasó meses sin ver una hoja de papel.

Lo admito, hace largo tiempo vengo matando mis fines de semana en barcitos pequeños con "grandes gentes", reuniones con buena comida en casas de individuos que no conozco y fiestitas under con gentecita buscando ser co-ol. Los boliches los había abandonado, los tenía bien enterrados en el recuerdo, muy cerquita de mis amores adolescentes.

"¿Che, pinta boliche hoy?" escuché el sábado a la noche, hace cuanta agua que no oía esa conjunción de palabras. Cuando abrí los ojos estaba bajo el techo de una estructura que albergaba cientas, o miles (no me detuve a contarlos) de personitas.

Mares de hormonas, orgasmos de cartón por doquier, besos babosos. Un cuadro hermoso. Al principio fui un antropólogo en un ritual aborigen; cuando la observación participante me encontró hablando con alguien que no me interesaba , cosas que no me importaban, decidí apartarme. Observé peleas entre gallos celosos, gente lastimosa expulsando por su boca el alcohol que tanto dinero le costó insertar en el mismo lugar. Me acordé el porque habíamos dejado esas aguas, en busca de unas mas calmas.

Ya bajo la tibia mañana del domingo, miré hacia el bolichin... esos lugares son como las relaciones que terminaron mal, no podes creer cómo, hace no tanto tiempo, besaste esas bocas hoy llenas de moscas.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Don Valentín y sus secuaces


Elige tu propia aventura.

Día de los enamorados, de San Valentín, "ese día de mierda creado por suizos para vender su barrita de cacao" etc. Más allá de su nominación, es una fuente de la que beben diarios, radios, canales de televisión y alimenta los bolsillos de chocolateros, vendedores de regalitos "románticos" y otras yerbas.

Además de este clásico episodio anual, se está imponiendo de manera cada vez mas intensa, el "ANTI día de los enamorados", que consiste en reunirse la noche anterior al día del santito para relatarse mutuamente viejos noviazgos que terminaron mal, rememorar colectivamente amores no correspondidos y, quizás, poder coronar entre sábanas dos soledades orgullosas.

Dicen que algunos lloran al abrir la puerta y encontrar a Don Valentín violando sus sueños de encontrarse con la vecina del barrio, o la chica del colegio que nos cambió la vida. Confieso que yo lo encontré "infraganti" con una princesa que ya no me conoce.

Hoy es la noche donde decidimos con cual quedarnos. Ojalá que Valento venga de buen humor.

viernes, 8 de febrero de 2008

Bendición transcendental

Ayer fue un día absolutamente particular.

Caminando sobre el empedrado del parque, entre los árboles, una mujer de unos 20 y pico me miró de una manera que no puedo explicar. Creo que no era un humana, sino un ser trascendental. Desde que posó su mirada sobre mí, comenzaron a suceder cosas extrañas:

A-La lata urbana se detuvo a mis pies frente a la primer mueca tímida q hice con la mano. Creo que me senté antes de mirar a mi alrededor. Viaje placentero.
B- No zafé de los aguijones laborales, ni lo trascendental puede oponerse a ellos, pero pude tomarlo con calma.
C- La vuelta a casa fue genial. Encuentros con personitas q hace tiempo no veía, miradas intensas con pasajeras contemporáneas, llamados con amigos lejanos, reconocer la existencia de una vecina que nunca había visto, pude creer en la posibilidad de un cambio social.

Sin embargo, al cerrar la puerta de casa, sentí algo extraño. A pesar de la bendición trascendental matutina, no había logrado nada, todo seguía siendo igual.

Y entendí que al fin no sucedió nada, porque había sido demasiado.

lunes, 4 de febrero de 2008

Y un día, volviste con el sol

Un día volviste, miraste al sol y nada había cambiado.

Mirando por la ventanilla durante la ida, no podía dejar de pedirle al sol que me iluminara con mayor calor los caminos que debía circular. Intentaba que Ra/Inti me dijera qué esquinas tocar.

Y así, pisé ese suelo de otro color, con las esperanzas renovadas de que por fin encontraría ese motivo por el cual cambiar mi vida. Recorrí playas, montañas y sueñitos diversos. Mordí el polvo, nadé en aguas dulces y heladas, toqué la nieve, respiré aire tan puro como el cielo.

El silencio hacía eco en mi cabeza; siempre seguía siendo yo, siempre ese bichito de ciudad monitoreado por la Secretaría de Turismo local, a pesar de que me metiera por senderitos inhóspitos. La naturaleza me invitaba a quedarme, me prometió un amor en las alturas, pero sólo pudo darme unos cariños que ahora extraño.

Esperaba encontrarme con la princesa de mi vida, que nos miráramos y sólo nosotros lo supiéramos. Añoraba encontrar un cartel que me invitara a tomar un trabajo prometedor lejos de la urbe. Soñé con dejar de ser yo.

Fue sólo un sueño. Conocí lugares hermosos y gente interesante, me enamoré de ojitos a los que no supe hablarles. Seguía siendo yo.

A la vuelta pisé el cemento y miré hacia el sol: -"No puedo echarte la culpa, mi amigo"- le dije.
En ese momento se nubló, una tibia garúa cayó en Retiro. El sol supo llorar lo que no supe aprovechar.