jueves, 27 de agosto de 2009

Bienvenidos al Reviente

-> http://www.youtube.com/watch?v=oYls1olCV1U

“Van a terminar todos reventando de confort” – Graffiti - Mayo´68

Un Sonido de flauta aguda, de notas bien altas, se escucha a lo lejos. El afilador, un viejo de años llevados con orgullo, de tiempos de abuelos que trabajaban porque tenían que hacerlo, chupados de pretensiones de progreso material, tan sólo lo justo y necesario alcanzaba a llenar las palmas de granos de arroz y sueños de hijito universitario.

"Con sólo unas palabras, un caso puede resolver"

Siempre me atrajo la vida simple. Esa que, quizás, no viva jamás. Cada paso que damos, como personitas, como sociedad, parece alejarnos más de esa pretensión cristalina. La glorificación de lo simple, compañera asidua de toda conversación cotidiana, hace mecha en el día a día. Cuando todos buscamos el árbol, pero sólo llegamos a rascar la madera en escritorios y escarbadientes, el disparate contemporáneo brilla con el pecho inflado.

- Somos los giles cómodos, más incómodos de la historia - pienso en silencio. La promesa del confort te la cobran en cuotas bien jugosas de consumo orgásmico, profesiones mínimas, amores descartables en tetrabrik. Y así yiramos, presos de las imágenes y horizontes plásticos de nuestro tiempo, trepando el bondi de los babuinos con corbata.

Antes de cruzar el cemento, lo cruzo a don Afila. Algunos vecinos conocidos lo convidan al viejo con tazas de café con leche y facturas de panadería. Se lo ve bien al tipo, vivió su tiempo a su regla. Supongo que el mambo de la propia carne es fruto de haber abierto la perra caja de Pandora de lo que muchos tragan con el desayuno, de poner la inercia a contraluz y contarle las costillas al vacío.

“El hombre suburbano, sigue su rutina, sin darse cuenta que su vida terminará”

viernes, 21 de agosto de 2009

Orbe

!--> http://www.youtube.com/watch?v=mdfFFH4jH5Q

El grajo te mordisquea el intestino. La sinceridad te apunta a la sospecha, la desgaja lentamente, le dicta al oído el himno de contraluz. Es que las vacaciones de la angustia se acortaron y la cruzaste a la guachita en el zaguán de casa. Sus valijas desperdigadas por el cordón del asfalto, el equipaje que habías deseado no volver a ver, la aflicción en primera fila.

“I know your deepest, secret fear”

Es que ser parte de la población económicamente activa, no es sopa de gallina. Laburar el tercio del día para llenar las tripitas de algo, encamarse bastante y morir de a ratos. Eso de andar convirtiéndonos en responsables, casi sin darnos cuenta, es un cross a la mandíbula. El sosiego de la angustia, en versión larga vida.

Pero dicen que todo es más simple, si. La adolescencia colectiva, entonces. - “Quien quiere ser adulto en un mundo de pendejos”-, balbuceás, con el rostro apoyado en la explanada de la cintura de la nena de paso. Jugar a la masturbación en masa, vía TV o Interné, el fetichismo de la merca, las redes sociales y el redoblante en la jeta de lo que no somos.

“I'm a spy in the house of love”

Buscar, entonces, acaparar un instante de lo que fuiste, robar una molécula de lo que vas a enjuagar, beber de allí como de una cantimplora en el desierto del ser, sobrevivir al orbe y a la angustia peregrina que moja la cama de gusto. Esto de ser un espía de la existencia, a tiempo completo, te deja sin lupa.

jueves, 13 de agosto de 2009

Te quiero (tan) bohemia

Rock!--> http://www.youtube.com/watch?v=BG-FmGtj7wM

Vuelve escondida en el suspiro, entre los dientes afilados de una tarde sin sol. Es que durante los días grisáceos en los que, famélicos de amor, escarbamos las huestes de lo que pinta, es frecuente jugar a las escondidas con las pretensiones de coyuntura.

En su rostro de doncella, estampado el membrete del dolor que curtió hace unos meses. De mutuo acuerdo, nos volcamos en el intervalo de la cresta orgásmica, durante el ayuno de los dioses sin alas ni plumas. La indigestión del sexo, su falda por empacho, el beso más hermoso del placer carnal. El exceso supremo, superlativo, el gasto innecesario del volcán de fluidos que se vuelven magma en la crujía.

“So what do you do?”

Y levantate del descanso, maleante de colchón a plaza y media, el hampa te espera con los brazos abiertos. - “Cepillate de afuera hacia dentro, nene” – me decía desde la cama. Y vestite lindo, holgazán de sueños largos y realidades a medio cartucho, que cuando el sexo acaba, no hay nada que decir, sólo mirarse y percibir. El decurso de tus años te arremanga el antebrazo con insistencia, esta vida de jugo ácido y parvedad existencial que vive mordiendo el cenit, infesta las sábanas mojadas y las patea al lavarropas.

jueves, 6 de agosto de 2009

Desdémona y el crepúsculo

Oh, Janis --> http://www.youtube.com/watch?v=klhK_4evO5c&

“Decid que fui tan insensato como el indio que arroja al lodo una piedra preciosa que vale más que toda su tribu. Decid que mis ojos, que antes no lloraban nunca, han destilado luego largo caudal de lágrimas, como destilan su balsámico jugo los árboles de Arabia.” - Shakespeare

Y vamos arribando donde teníamos que poner las gambas largas, otorgando arrumacos a quien corresponda. Encuadernando los episodios de la vivencia en hojas oficio, con la fe de erratas en primer plano, maquillando con enmiendas lo que una vez supo mostrar las plumas blancas, la memoria con curitas que vuelve a joder la sopa.
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“And when she gets lonely, she´s thinking bout her man”

Hubo una punga vez, unas cosechas atrás, cuando la princesita subió el monte del ocaso, para debatir nuestra posteridad con el cuervo del amor. Y como nuestro estómago, que a veces se morfa a sí mismo, generando una acidez garrafal, también nuestra piel comete el mismo error caníbal: nos arrodillamos frente a pibas fáciles de ojos tristes, flequillos totémicos, damos en sacrificio nuestra perenne emocional por un puñadito de carne fresca y sueños de papel picado.
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“Yeah, those red-hot flames try to push old love aside”

Pero la cuarentena, siempre, se hunde antes de manotear y cuando la tiara baja de la montaña, te saca la ficha de manera bien escueta. Descubre en el iris de tus ojos, a la ternerita de oro de ocasión y destruye de un plumazo lo que debía quebrarse. Te recomienda un té de hierbas y vas habituando tu paladar al precio de la piel sin abrazo. La princesa, mediante flaco telegrama, anuncia la retirada desde su ph en Villa Crespo y corta sin ganas por lo grueso, porque lo fino gusta de competencia.