jueves, 31 de julio de 2014

Hacer sangrar a los dioses a las diosas


I

Las palabras crean el mundo.
Y,  yo lo pongo entre tus manos
para que hagas lo que quieras con él.


II

Entra en mi palabra
Arrodíllate, arrepiéntete, cállate.

Un canto de cisne, me invoca.

- No esperes nada, de los que nada hay que esperar-

Dedicamos rezos a los santos equivocados.
Y, nos suelen gustar las vírgenes más hermosas.


III

-“Si has hecho a dios, sangrar.
   Si has bebido
  el sudor de su frente,
  junto a su sangre.

Si has permitido la injuria,
de la violación de las ninfas, las gallinas y las vacas,
el ultraje de las sirenas y las campesinas
por parte de aquel dios todopoderoso.

Si tu lascivia,
te ha hecho atragantarte con tu silencio,
lo sabes:
eres humano.”-


IV

-¿Es que, hay algo que no sea frágil?
Si hasta las catástrofes, se desvanecen en el agua.-

¡Sultán al fin!
Siempre fuiste soberano de tu cuerpo.

¡Un espejo!
Mirarse el iris entre equiláteros.

Te han mentido, te han dicho
que debes ganarte la vida,
aquella que ya te has ganado, al respirar.

Celebrar el adulterio de la virgen sucia, descalza, sin corpiño.
Abrazar a los dioses que viven dentro del esternón,
por entre las uñas y las amígdalas,
en el abrazo de un adiós y en las lágrimas de los animales.

Saber donde golpear,
para hacer caer
el fruto.

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