
Barajando la providencia, la tristeza en túnica patea las cartas de nuestra última mano, con el disfraz de croupier en la mochila. El desenlace plagado de normativas tácitas de navidades y años nuevos.
"There was a time, when I was so broken hearted"
Tiempos de descuentos y risa fácil, intentos tibios de buscar ordenar los cajones que desordenamos todo el año. Jugar a que podemos cambiar de piel, convertirnos en príncipes y geishas, mudarnos de ropa y orgasmos.
"Listen, all I want, is someone I can't resist"
Pasás al lado de su casa, a unas cuadras de la tuya. La mandíbula se come tus dientes y los dedos juegan a tocar el timbre. -"Hace tiempo que no te veía, pasé por acá y pensé.., seguís teniendo los ojos tan negros..."-. Nos sentamos en la escalera que da a su puerta de entrada, así como hacíamos cuando eramos un pedacito de ilusiones. -"Te vine a buscar..."-, le escupí entre tanta sanata, - "... juguemos a ser nosotros de nuevo". Miró hacia atrás, confirmando que la vieja no estuviera espiando y el sol nos dió con un poco más de luz. El beso duró poco. La palabrita "novio" tacleó mi lengua y un "para qué venís ahora" me desgarró el espíritu de ocasión. Escuché la reja cerrarse como la última vez, como una lata llorando el filo.
"We're partners in crime, you got that certain something
what you give to me, takes my breath away"
Una dulce emoción de un año que escupe sus últimos dardos, se desangra rendido, tomándose el pecho con las dos manos. Alcoholes y drogas blandas en tipos de cartón y un amor de arnés de esos que cuelgan hasta que le sueltan el gancho. Champagne y sidra para la mesa dos.
Feliz todo eso.