
"She lives on Love Street, lingers long on Love Street
She has a house and garden, I would like to see what happens"
-"Ya habrá tiempo"- te tarareás con desgano. La vecinita que hace rato no te cruzás, va a surgir de la grieta de Avenida La Plata y la mujer del laburo te mostrará su ropa interior más suave. Y en la Love Street de tu casa, la princesita de pelo negro te va a dejar correr el marco de su puerta, te invitará una copa de besos dulces y una cena a la luz de los sueños. -"Ya habrá tiempo para eso"-, le decís a tu sombra en el empedrado.
"She has wisdom and knows what to do, she has me, and she has you"
Volvés al blanco y negro, el color se lo dejás a las novelas de las 22hs. No te maquinés, guasón me entonan los gorriones. Igual, ya lo sé, la lluvia ya me escupió que todo es relativo, que la luz se curva y que la vida que uno vive hoy, mañana se encama con cualquier tragedia a contramano. Que este momento de algodón es único, que las personitas que uno quiere y ama, de pedo que siguen al lado de nuestra nariz, que el reloj nos miente cuando sólo nos muestra el tiempo que perdemos y no las sonrisitas que ganamos. Que no vendría mal, tu cuerpo en mi cama de una condenada vez.
"I wonder what they do in there
Summer Sunday and a year
I guess I like it fine, so far"
Y las historietas del corazón se bajan antes de llegar al Once, sólo quedan arriba del vagón las peores frazadas y las más frías muecas presex. Y Foucault te mira desde el balcón del terraplén y Nietzsche ríe con su mejor dentadura. Un jóven Borges lee el diario con gafas de estreno y Cortázar se sirve un café doble en la barra: -"sin azúcar" -dice con su acento franco-argento. Cuantos textos de Marx y Freud tenemos que tragar para caer en el espanto de que no vamos a mojar en la orgía histórica. Cuantos Picasso y Manet tenés que tragarte para poder ver el garzo la verdad, de que lo más probable es pasar por esta sanata de la vida sin trascender en lo más mínimo.