
y lo dejé todo por esta soledad."
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Por esta perra soledad, sí, que nos muerde los cordones. A veces uno escupe al "tùn tùn", un poco en broma y un tanto enserio, cómo se compra eso de levantarse todos los días y ejecutar siempre las mismas opciones del tablero central, de tocar siempre las mismas cuerdas de la viola, de escribir siempre con las mismas letras sobre la piedra o el papel. El mundo se vive cagando a trompadas enfrente de nuestras cejas y siempre es mas rentable seguir juntando los alfileres del piso, haciendo que no nos dimos cuenta de lo que estamos llorando en la tráquea.
"Morí sin morir y me abracé al dolor
y lo dejé todo por esta soledad
ya se hizo de noche y ahora estoy aquí
mi cuerpo se cae, sólo veo la cruz al amanecer."
Y así, vamos dejando todo por esta soledad. Perrita soledad. Le tiramos un hueso cada tanto, pero siempre nos chumba en la jeta. Porque a veces, uno se tienta en pensar en que lo que duele en realidad es la incertidumbre. Quizás todo dolería menos si tuvieramos la fecha de vencimiento debajo de la planta del pie o detrás de la nuca, tal vez si al nacer te dieran una raspadita con tu futuro escrito detrás de la película de aluminio o si el amor viniera con un cronómetro que nos dijera hasta cuando podemos ser felices, las cosas no nos carcomerían el bocho, o por lo menos, nos preocuparíamos en menor medida.
"Rezo, rezo, rezo, rezo por vos, y curé mis heridas, y me encendí de amor
Y quemé las cortinas y me encendí de amor, de amor sagrado"
La incertidumbre se abre paso tan fácil, che. Un soplo de fresco, una respiración profunda, fiebre que se queda a dormir y ocupa toda la cama; si, abre su camino de manera tan simple. Rezo por vos princesita y por el cadáver de nuestro pequeño amor exquisito. Rezo por nuestra sangre en las paredes y nuestras caricias en coma dos, rezo, rezo por vos.
"Y entonces rezo."
Pd: la canción es esta
Como se extraña a la Epumer y, cada vez mas, a Mr García.