"Estas danzando otra vez, vos sola, estas danzando otra vez
Estas pecando otra vez, vos sola, estas pecando otra vez"
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Gotas que se deslizan tranquilas en el vidrio de tu ventana, de pronto espasmitos, escupitajos, adoquines impactando contra las rejas. Porque los días de lluvia son tan así, para envolver los recuerdos en papel metálico y las historias nuevas en bolsas herméticas, delirios de criadores de bonsai.
"Pero yo te digo la cosa es sencilla
no habrán dos sotanas, nena, en una capilla"
Como cirujas que se tapan con los cartones, frente al agua nos cubrimos con las pocas telas que nos quedan en el cajón. Momentos en que la raíz animal toca con la nariz el ozono del aire y se siente un poco más libre, anhelos de monito goleador. Amores analógicos en tiempos digitales, los primates la bailan mejor.
"Apago la mecha y beso lo que amo
vos me confesabas, nena, clavando mis manos"
Y Santa Rosa se moja con tu vestido muñeca, la sangre empieza a subir. La lluvia mas guarra me corta la cara con el filo mas dulce. Tu risa suena en mi campana y tus gritos me laten las gambas, un suicidio a crédito, horas que dejan morir las ganas inocentes. No parés princesa, que la abundancia de agua sólo existe para verte cantar.
"A ver cuando, a ver cuando lo haces
Pero yo te digo... A ver cuando, a ver cuando lo haces"