Omne regnum in se ipsum divisum desolivatur
[Todo reino dividido será destruido]
I
Es difícil prestarle verdadera importancia a todas esas cosas, esas pequeñas. Aquellas de todos los días. El canto de los pájaros por la mañana, cuando los hombres aún no se han levantado de sus camas; el cómo los árboles se mueven, bailan, junto al viento; cómo las personas mueven sus manos, cuando quieren decir algo con sus bocas.
El error, si, el gran error humano, el gran error de nuestra especie, es pensar que cada siete días es lunes y que cada doce meses es enero, o febrero, o marzo. Cada momento es único y jamás volverá a repetirse.
II
- Cómo contarle sobre aquella paloma muerta, pienso –
Es un día hermoso para irse de aquí, Lucía. Hace tiempo que nuestras tardes son de arena, acariciarte es como besarte con la boca cerrada.
Todos nos hemos lastimado las alas en el aprendizaje del intento, en el buscar llegar un poco más alto. Pero, es que en el aire, desplegando las alas, ¿quién no está solo?
Qué quieres ser, Lucía. ¿Qué has soñado hoy, pequeño ser? , ¿Has elegido bien? , ¿Víctima o mártir, donde has puesto tu esperanza, Lucía?
Pero, ¿has elegido bien?
Todos nos hemos lastimado las alas en el aprendizaje del intento, en el buscar llegar un poco más alto. Pero, es que en el aire, desplegando las alas, ¿quién no está solo?
Qué quieres ser, Lucía. ¿Qué has soñado hoy, pequeño ser? , ¿Has elegido bien? , ¿Víctima o mártir, donde has puesto tu esperanza, Lucía?
Pero, ¿has elegido bien?
III
Tomo una piedra. La desgasto con cuidado, lijo y suavizo su superficie. La pinto de un color que crea conveniente para la ocasión. Le adoso una nota, un dibujo, un mensaje; lo anudo con una cinta de tela. Arrojo la piedra envuelta hacia los jardines vecinos.
Luego de días -quizás de meses o años- , a veces, la piedra con una respuesta regresa. Cuando son pronunciadas, aquellas palabras de réplica funcionan como contraseña, como llave maestra que permite quebrar lo impermeable.
Hay momentos, en los que me quedo sin piedras, sin lijas ni pinturas de colores. Hay veces en los que las rocas que me son arrojadas, golpean mi cabeza y la hacen sangrar. Hay otras tantas piedras que me pasan de lejos, tanto que siquiera puedo divisarlas claramente. Con algunas piedritas, si, con algunas me empecino y las veo triangulares, divinas e infinitas aunque sean circulares. A éstas, las busco por doquier, las veo sin verlas. Algunas otras piedras me sorprenden, me despiertan al golpear el vidrio de mi ventana junto al sol de la mañana. A otras tantas, jamás las he encontrado.
IV
Las palabras se trazan con sangre. Mis palabras henchidas están, de sangre.
más, más, más!
ResponderEliminarPero ¿Quièn no esta solo?.
ResponderEliminarBuena pregunta.
Saludos vecino. Siempre tan excelentes tus textos.
Me encanta! y vivimos aun con la heridas..un abrazo enorme! Gracias por tu rastro..
ResponderEliminarAy.
ResponderEliminarEl II me mató.
todas las piedras son tus piedras y te tienen. pero vos nunca las vas a tener. son circulares o triangulares o redondas, ¿qué importa?. nunca van a ser lo que son, ¿son?.
ResponderEliminarme emocioné con él, aunque todavía no reconozco porqué. yo fui a juntar piedras a la sierra. me traje una muy roja, muy intensa.
gracias xaj, por siempre mover, y remover.
Excelentes textos. Uno mejor que el otro. Pero me quedo con la reflexión del primero. Es increible como a veces no valoramos esas pequeñas cosas cotidianas, que al fin y al cabo son las que constituyen nuestra felicidad, o no? Saludos! ;)
ResponderEliminarChe, me podés decir cómo se hace para tener ese link donde se ven tus comentarios en twitter? Gracias! :D
ResponderEliminarME gustó mucho el II.
ResponderEliminarQuizas porque mi otro nombre es Lucía
Mucho mas entretenido que el partido de Quilmes que estoy mirando, al menos corre sangre.
ResponderEliminarMucho mas entretenido que el partido de Quilmes que estoy mirando, al menos corre sangre.
ResponderEliminarAlgo bueno de un texto, es cuando nos deja sin palabras... Creo que algunos te leen siempre, algunos se animan a comentar, otros quizás no.. Saludos.
ResponderEliminarQue vecino más ocurrente (Cuidado con las ventanas)
ResponderEliminarme gustó mucho, me encanta como escribis. Miles de gracias por comentar y leer. es un honor. Mucha suerte, adiosss
ResponderEliminarla grandeza está en las cosas simples, eso pienso. Hasta dónde puede elevarte un aroma, o un simple rayo de sol?
ResponderEliminarGracias por pasar, saluditos!
Lo importante es disfrutar de lo cotidiano, amar el presente, luchar por la felicidad y JAMÁS rendirse.
ResponderEliminarQué lindo asomarse a este mundo.
ResponderEliminarsi yo te dijera
ResponderEliminarque cuántas veces me repetí
que el tiempo lo tengo yo en mi mano
a pesar de correr cabildo para llegar al bondi
es como si te dijera
que la piedra de la que hablás
la tengo en el zapato
y molesta
porque cuando la busco no la encuentro se que está.
admiró muchísimo la originalidad de tu blog y la creatividad que has puesto en cada párrafo de tu entrada, no dudes que volveré a pasar por aquí porque sigo a este genuino blog.
ResponderEliminarEl error, si, el gran error humano, el gran error de nuestra especie, es pensar que cada siete días es lunes y que cada doce meses es enero, o febrero, o marzo. Cada momento es único y jamás volverá a repetirse.
ResponderEliminarCuanta verdad! Gracias por pasarte, nos leemos!
Te seguiré leyendo, muy bueno.
ResponderEliminarExtrañaba leerte.
ResponderEliminarY siempre hay sangre cuando escupimos lo que somos por dentro.
Saludos.
las piedras, el amor
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