Un espejo, en el fondo de la habitación. Nos miramos las manos, el pescuezo, le arrancamos de reojo una mirada al cristal, allí nos reconocemos. Somos, en estos tiempos, hombres, mujeres: los seres humanos; nosotros, los minúsculos vástagos ramificados del gran género “Homo”, los hermanitos violentos, (hoy) racionales y torpes de los chimpancés, los guachos que la supieron curtir bien y acapararon la pulpa del mundo, convirtiéndonos con el paso de la arena en los árbitros del fin del mundo, en el virus planetario por antonomasia. Sin embargo, hubo una vez hace no tanto tiempo, cuando fuimos otra cosa.
Fueron bastantes los trajes mutantes que supimos ser una vez: animalitos similares a unas ratas que movían el rabo entre los dinosaurios que daban su bocanada final, anfibios, primitivos peces, incluso organismos unicelulares, eslabones del largo itinerario que comenzó en el ancestro común de todo lo vivo en el planeta. Hay algo que compartimos aún, con todos estos personajes: nuestra enorme propensión a sobrevivir, ese ir y venir para arañar un buche que nos permita costear el pato de la supervivencia.
“Estás buscando un símbolo de paz.”
El correr más rápido, tener piedras con mejor filo, los AK47 bien purgados, los mejores bancos y los billetes más verdes, las condiciones para la supervivencia fueron mechando de careta con el paso del tiempo. Todo ha de mudarse de barrio, incluso nuestras jaulas. La existencia se va tecnificando, la vida, densificando; lo simple hace rato se bautizó en el rito del cachivache.
Un espejo que, de pronto, deja de exhumar nuestra imagen habitual. Olvidamos al TEG de la supervivencia y tomamos el fruto entre las manos. Nuestra mandíbula de rata se entierra en la naranja, el jugo cae, escurriéndose entre nuestras branquias inferiores, se agolpa en el pelaje amarronado y en almíbar se transforma. Escupimos la pulpa del mundo en el plato, la diseccionamos con bisturí y la aplastamos inclinando el pulgar, inflando el pecho, sonriendo de costado, asumiendo que tan sólo nosotros, los sórdidos hermanitos del mono, tuvimos la capacidad de haber cometido tal infamia.
exprimir, escupir, exprimir, escupir
ResponderEliminarno más que un virus con esperanza, no más que eso este homo...
ResponderEliminarexcelente como siempre te cuento que he recomendado a amigos de la buena lectura que vengan a leerte por que no saben lo que se estan perdiendo saludos.
ResponderEliminarquiero leer sobre tus historias amorosas....esta me aburrio...
ResponderEliminarQue vuelva la pendeja,o alguna buena vieja!!!!
Escribi algo sobre maria,tal vez deba aparecer un hombre que le de una buena paliza...no?
ResponderEliminarYo he recuperado mi imagen y puedo volver a mirarme en el espejo...
ResponderEliminar:)
Muxuk!
Brillante estimado... Que buen análisis de nuestra real animalidad. Intento creer de todos modos que hay un alma metido entre tanta cosa simiesca y tanta cadena evolutiva... Pero por ahí soy un idealista. Un gran saludo.
ResponderEliminar_Tantas vestiduras es símbolo de mucha vida
ResponderEliminar__Muchas gracias por las palabras que escribiste en mi blog.
_Saludos!
Perdon,perdon,perdon...asi,tres veces...lo lei again con mas concentracion,y llegue a una conclusion: SOS UNA BESTIA!!!!!
ResponderEliminarTe admiro y te envidio,con una envidia muy malsana....jajaja.Como escribis asi,criatura de dios!!!!
BESTIA... Muy caretas las condiciones de supervivencia...
ResponderEliminarSi lo ponés así, da asco... Pero el mundo ya es bastante nauseabundo...
ResponderEliminarsaludos
Pazchi
Señor, no gusto de la mimetización del halago, prefiero el caos de la crítica...
ResponderEliminarEste tema, es complejo, porque es EL REAL mas imposible de captar, porque siempre hay una especie de ficción, una estructura de mito, científico o religioso, caundo se tiene que hablar de eso, y se quiere decir algún tipo de verdad, o algo parecido a lo que convencionalmente se dice que es la verdad... Es el tema del ORIGEN, es EL tema, que por ser siempre escapista, se divierte con suturas por donde sea que los espejos quieran ir a mostrar evidencias...
El "homo", como se lo llama, un gran accidente de no se qué evolución, un artefacto hecho por no se qué tipo de ser supremo, el resultado de algún devenir de la existencia... pues bien, nada sabemos de lo que ha sido alguna vez, ni de lo que será, pero bien sabemos, que el deseo de saberlo, ha llevado a más de uno a crearnos una y otra vez, en un circulo vicioso donde el homo crea a su creador, llamese evolucion, llamese dios (con minuscula)...
Según uno de esos homo: "hubo tierra, agua, sangre, flores, todo eso y también tiempo, claramente digo que ese fue el mundo del hombre..."
Un saludo enorme, Chespi.
Me dio una sensación de tristeza lo que puso, señor.
ResponderEliminarLo arruinamos todo, no?
Saludos...
el hermanito del mono ahora parece ser más el aprendiz del mono.
ResponderEliminara mí me da miedo el bisturí en los tiempos que corren.
cuidesemé
Realmente pensás que eso es lo que queda de nosotros Xaj? Creo que no sólo miramos de costado y reímos mientras el mundo abre con dificultad su boca para respirar, bajo nuestro pulgar. Hay mucho más en ese espejo para mirar.
ResponderEliminarNo sólo destruimos, también construimos. Desde que el hombre empezó este camino hizo desastres, como tantas otras especies, sólo que nosotros llevamos al extremo nuestro mal, sabiendo que lo hacíamos. Pero no seamos tan críticos querido amigo, es nuestra naturaleza de la que hablás y lo primero es reconocerse como parte, nadie está exento. Así como tanto mal está hecho, el futuro también está en nuestras manos. Y son las mismas manos las que tendrán que levantar ese pulgar que asfixia, para dar un poco de calor, del bueno.
Te mando un besito!
Xaj
ResponderEliminarTerrible que la vida se vaya, no sólo tecnificando, sino también plastificando. Mecanizamos todo, hasta la búsqueda de la paz... damos un click en facebook y con eso ya sentimos que hemos cumplido. Y del amor, pues igual, también se ha tecnificado: ahora nos enamoramos y desenamoramos vía facebook. El horror, digo yo.
Grande Charly García
Un abrazo
pa! boquiabierta estoy. y pensando, mucho. Escuchaba Charly cuando entrè a leerte sin saber con què demonios me iba a encontrar. Es heavy y muy este post, te diria que hasta me doliò leerlo, tiene su parte cierta, pero claro, hay otras cosas que podemos ver en el espejo. Como dijo alguien por ahi arriba tambien esta bueno mirar lo que se construye, quienes construyen...
ResponderEliminarZarpadamente escrito, te pasas...
besotes,
Vero.
admiro mucho como escribis y la forma en que expresas tus ideas...
ResponderEliminarme encanta leer tu blog
excelente!
un beso
y yo que reuni a dos seres tan increibles que lograron atravezar el tiempo y el espacio, no logro que te acerques a mi humilde espacio virtual, estimado XAJ...
ResponderEliminar"Lo simple hace rato se bautizó en el rito del cachivache."
ResponderEliminarHay que rescatar el cachivache. Hace tanta falta hoy por hoy...
Más allá de la evolución que haya tenido el hombre, aún lleva la marca de aquel homínido.
ResponderEliminarSomos animales, y con los mayores y peores defectos.
Muy buen escrito, y muy verdadero.
Beso.
Siempre sirve saber algo más de por qué Carlos Alberto flota a alturas estratosféricas.
ResponderEliminarRecomiendo:
launiversidaddesconocida.blogspot.com
Cómplices de una realidad que hicimos de a pedacitos, uniendo sus partes como las del rompecabeza. Perdiendo las fichas, reemplazando aquellas que faltaban. Partícipes de una construcción inmensa pero eternamente cambiante.
ResponderEliminarUn abrazo grande, Xaj!
que impresion lo de la pulpa aplastada...
ResponderEliminarAl final siempre sabemos por qué algunos usan una motocierra... y si lo sabemos, estamos igual.
ResponderEliminar"Escupimos la pulpa del mundo en el plato, la diseccionamos con bisturí y la aplastamos inclinando el pulgar, inflando el pecho, sonriendo de costado..."
ResponderEliminarBauman, mucho Bauman... y algun que otro bocadito de Sennett...
Flexibilización-poder-individualización-poder-no-compromiso-poder y más poder...
Solo nosotros podemos cambiar nuestro presente y no caer en ser solamente "hermanitos del mono".
Besooos
Casi hermanos del mono, mucha navaja y poca naranja.
ResponderEliminarBesos.
Es triste que seamos así, sin embargo aun estamos a tiempo de ser mejores cada día... Además no seas tan cruel, tampoco somos tan devastadores, en más de una oportunidad hemos aprendido a construir en medio de nuestra propia destrucción...
ResponderEliminarSólo es cuestión de buscarle buena óptica y dejar un poco de sólo fijarnos en la parte negativa...
Guau! genial.
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