Las ganas fueron más que los deberes.
El deber hacer
lo que el deber ser
no debe asimilar.
El escribir para nadie
puede ser sanador.
Gritos q no son oídos
porq no son tan fuertes
cmo para ser escuchados.
Nadie se arrima
todas escatiman
la orejita de cristal
Pero no, no me importa
no me importa escuchar
q no escuchás.
había que escribir sin para qué,
ResponderEliminarsin para quién.
el cuerpo se acuerda de un amor
como encender la lámpara.
el silencio es tentación y promesa
“Fuga en Lila”
Alejandra Pizarnik