Cierta vez, hace no mucho, leí unas líneas sobre los Abelam, un pueblo lejano de una cultura distante, creo recordar algo sobre sus historias. La mujer tiene en sus relatos, un papel interesante: ellas, dicen los Abelam, crearon la vegetación. Con sus manos, forjaron las batatas que -luego- habrían de comer los hombres. Si no fuera por esta gran creación femenina, los hombres nunca hubieran sido más que unos tímidos renacuajos, unos gusarapos sin techo ni establo. Un plan b de la historia universal.
Dice la historia, además, que ya desde antes de este invento horticultor, las mujeres eran hace rato las amantes de los dioses. Se perdían en orgías saduceas, interminables orgasmos sin culpas, sin horas, días ni años, seguramente el tiempo no existía aún. Pero, los tipos somos bichos celosos a veces.
Cuando los hombres descubrieron lo que sucedía, lo bien que se llevaban las minas y los dioses, usaron su cerebro alimentado a batata por primera vez creando su primer artificio, la primera de las astucias masculinas. Aprendieron en primer lugar a tajear los árboles. Luego, a tallar la madera. Cuando hubieron de dominar la técnica, comenzaron a esculpir a los dioses en los troncos. Un día, éstos se convirtieron en figuritas de madera, en monumentos de piedra, en inmensos templos estáticos. Entonces, los hombres sacaron a escobazos de la cama a los dioses y comenzaron a curtirse a sus mujeres. Se sentaron en el trono, usaron sus coronas, las capas de colores, esas cosas.
Pero, la culpa, siempre la culpa. Nada puede olvidarse completamente. Los hombres siempre habremos de nacer de una mujer, por mas esculturitas de madera que podamos realizar. Entonces, la culpa, siempre la culpa. Es recurrente en el arte abelam, casi de manera obsesiva, la figura del óvalo: se pintan en todas las superficies posibles, incluso el cuerpo, de todos los colores que se puedan imaginar. Son muchos los que dicen que el óvalo remite al vientre de la mujer, ese que da origen, ese recuerdo áspero pegoteado en las hormonas masculinas, el crimen original que nos puso al séquito de muchachos con el cetro del mundo en la mano coagulada.
"Se perdían en orgías saduceas, interminables orgasmos sin culpas, sin horas, días ni años, seguramente el tiempo no existía aún. Pero, los tipos somos bichos celosos a veces."
ResponderEliminar" el crimen original que nos puso al séquito de muchachos con el cetro del mundo en la mano coagulada."
jajaja tremendo. "Siempre despacio,
sueñan las humaredas
que descansan en la luna
calma."
No la conocía y es raara, pero es Spinetta, así es ja.
beeso chico revolucionario,
tremendo post, sisi.
ResponderEliminarTe pasaste... no puedo decir más sin arruinarlo. Saludos
ResponderEliminarMuy muy bueno, y con algunos pasajes que realmente brillan con luz propia. Me gustó mucho.
ResponderEliminarSaludos
Jeve.
che q lindo este xajjJJjjJjJJjjjjjjjjjjj creo k te voy a robar lo primero me lo voy a guardar muy lindo me gusta honra mucho a la mujer pocos hombres dirian lo q decis aca,,,,,,,,, !!!!
ResponderEliminarHace poco leía sobre la mujer como creadora, y ahora leo esto aquí, donde nadie lee.
ResponderEliminarSi todo pasa a su tiempo, pues.
Saludos !
La mujer es el origen de todo, já
ResponderEliminarBeso Xaj!
Que descaro de la carne la orgía, la verdad es que nos enfrentamos de uno en uno en la monagamia pero al final de la vida siempre somos polígamos por naturaleza,jamás nos basta una sola energía.El poliamor lo estará superando??? Excelente post, Saludos , Carolina.
ResponderEliminarque lindo leerte de nuevo...ya me puse al dia con los posts que me perdi...impresionantes todos...
ResponderEliminarMe quedé en las orgias...que bien la pasaban las mujeres antes jaja
La mujer tiene siempre el instinto de protección de los hijos. Por eso no sería nunca celosa de la relación de una pareja con su mamá. Me parece lo más puro del mundo.
ResponderEliminarbesos!
Esta en cuestion el origen, ese que perdido para siempre es principal motivo de busqueda.
ResponderEliminarSe fantasea con un origen a partir de un crimen.
El origen del hombre, en otros lados llamados biblia, se dice que es un arte-facto. Y ellas, una costilla.
Lo cierto es que a todos promete fundar en hermandad bajo la culpa por ese crimen alla en el origen. Pareciera que sea lo que sea lo que paso alla en el origen, tenemos que pagar con sufrimiento.
Libro para usted: "Un dia en la vida de Dios" (Martin Caparros)
Saludos loco
Chespi
Hace no mucho que te sigo pero como suele ser lo habitual: tremendo, que ya dicen por ahí arriba.
ResponderEliminarXaj
ResponderEliminarLa culpa, como la locura, es femenina. De ahí se deriva lo que gustes. La mujeres podemos generar vida y ser capaces de todas esas cosas que tan bonitas se leen. Lo único que todavía no podemos (o nos cuesta demasiado)... es librarnos de la culpa, la maldita culpa... y hasta por cosas que no hicimos.
Un abrazo
mmm, te inspiraste con mi entrada?
ResponderEliminaraunque me atrevo a corregirte algo, el anaranjado no es mmi color(:
Hermosa Historia, Xaj.
ResponderEliminarTomo nota, de la culpa, los dioses y las orgías infinitas.
B7s
Que increíble este texto. Me agrada, mucho.
ResponderEliminarSaludos ! (:
Otro buen post.
ResponderEliminar(Que manera tan particular tenés de escribir...me gusta eh).
Saludos, Sir Xaj.
Yo te leo. La culpa, la culpa, la culpa la tiene la humanidad. Excelente historia.
ResponderEliminarsalud por las mujeres.
ResponderEliminarel sueño ha vuelto, gracias
saludos <3 te leo
Te pasaste con todo lo que escribiste ;)
ResponderEliminarVuelvo despues
ResponderEliminarCreo que este ha sido uno de los mejores post que te he leído...
ResponderEliminarMe encantó...
ese triangulo enigmático que conforman : Mujeres, Dioses y Hombres, interesante...
Besos Xaj...